miércoles, 28 de enero de 2009

Sugerencias

Tacones sobre madera
sudor de hombros desnudos y tu movimiento constante
Esa mata negra que no toma forma
ni sobre tus dedos ni sobre las colillas.
Mientras bailas, tus uñas lucen bien sobre mi cuello:
sólo dos copos de sonrisa reclaman la ausencia.

Odio cuando tu respiración se torna azul y no carmesí.
Siento como si odiaras más
que cuando yo te odio alrededor de un beso.

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A veces, cuando la luna se congela
cuando tus ojos permanecen en criogénia,
es difícil ver una nube con un hoyo en el estómago
o uno de esos cardenales que se escapan de mis manos mientras duermo
es difícil encontrar un fragmento de sol
que no haya sido tocado por tus dedos.

Por eso, cuando la luna se deshiela
me gustan las multitudes
como probablemente te gustarían las sábanas llenas de luz
sé que las plumas rojas lucen bien sobre mi cama
lo que no sé es cómo, ni con qué propósito, dejas una gota de sal sobre mi almohada.

**

Quisiera ser un plagio
un plagio lleno de pezones derretidos
¡No! Quisiera ser un eufemismo
uno que tuviera mi nombre entre comillas.
Sé que tú eres una apología de labios gruesos.
¿Eso me convierte en media verdad o en media mentira?

**

Hoy, después del despertador, mi almohada tenía cuernos
no eran cuernos de chivo, tal vez de toro,
ella me dijo que eran cuernos de unicornio.

**

¡De veras intento gelmanear! Pero no me sale.
Lo he hecho desde que niñeaba con mi sombra
y en todas aquellas veces que he mujereado con cigarro en boca.
Lo pretendí cuando le compré una estatua a Castro
y también cuando la tiré a la basura

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